"Los cuerpos del verano", de Martín Felipe Castagnet

Ficha técnica
- Título: Los cuerpos del verano
- Autor/a:
Martín Felipe Castagnet
- N° de páginas:
107
- Editorial:
Factótum Ediciones
- Año:
2012
En el futuro planteado en Los cuerpos del verano, las personas tienen múltiples posibilidades cuando llega la hora de morir. La más representada en el libro es la de ser “quemados”, es decir que, luego de la muerte, su alma puede ser trasladada a otro cuerpo sin importar sexo, edad, raza, etc.

La novela explora distintos temas, aunque quizás uno de los más claros sea el de la inmortalidad o, dicho de otra forma, el de prolongar la vida. El protagonista, Ramiro, murió en una ocasión y pasó en “flotación” (estado en el que la persona queda vagando en la internet hasta encontrar nuevo cuerpo) alrededor de un siglo. Luego reencarna en un cuerpo de una mujer. De esta forma, podemos ver cómo se hace presente un sentimiento u objetivo que siempre tuvo la humanidad, ya desde sus inicios: la inmortalidad. Sin ir más lejos, los alquimistas tipo Nicolas Flamel buscaban la Piedra Filosofal, que les permitiría vivir eternamente. En Los cuerpos del verano, si bien cada uno puede elegir si prefiere morir “normalmente”, muchas personas optan por ser quemados.  En ese sentido se puede observar cómo la gente parece no plantearse a sí mismos el concepto de finitud, que algo se termine. En el caso de los personajes de la novela, la finitud de  la vida no representa un obstáculo mayor, teniendo en cuenta los avances tecnológicos y médicos en los que se sostiene esta sociedad futura.

El tema de la familia también es una parte importante en Los cuerpos del verano. En el caso de Ramiro, durante toda la historia van apareciendo distintos familiares, además de que uno de los objetivos que él tiene luego de reencarnar en otro cuerpo es el de encontrar a la descendencia de su esposa con otro hombre. El árbol genealógico ya no se construye a partir de la edad. Las edades se desdibujan; Ramiro ahora es una mujer aunque no joven, tampoco anciana; pero si tuviéramos en cuenta la cronología, él debería ser una persona de más de cien años, considerando que pasó aproximadamente un siglo  flotando en la red. La construcción de la familia va  más allá y se basa en otros factores, cuya influencia también se define por las nuevas posibilidades que ofrencen la ciencia, la informática y la medicina; tanto es así que los bisnietos de Ramiro llegan a matarse entre ellos para encontrarse con su abuelo (el nieto de Ramiro), que muere, pero decide no entrar en flotación. Así, los nuevos avances tecnológicos difuminan en Los cuerpos del verano los ideales convencionales que actualmente tenemos de familia. El árbol genealógico ya no va de arriba para abajo o de abajo para arriba, se entremezcla, se cruza, se recombina y vuelve a cambiar.
En la novela Castagnet no plantea solamente un futuro cambiado en los ámbitos de la tecnología y la medicina, sino que también muestra temáticas actuales. Tal es el caso de la desigualdad; si ahora las clases sociales se clasifican según quién llega a fin de mes o quién puede comprar determinados artículos, en Los cuerpos del verano el que tenga mayor poder adquisitivo será el que pueda comprar un mejor cuerpo para el familiar que muera pueda ser quemado. Otro caso es el de los panchamas, que son discriminados por pertenecer a determinada etnia. Así, el desarrollo tecnológico no significa que a su vez se avance en cuestiones sociales de inclusión o de no segregación.

En un principio, la lectura me resultó un tanto confusa. Si bien el autor explica algunos conceptos relacionados al mundo que plantea, es también tarea del lector ir poniendo las ideas en su lugar, vincularlas y así poder entenderlas mejor. Por otra parte, lo que Castagnet explica no tan directamente es el tema de la familia del protagonista, y por esta razón en varias ocasiones terminaba perdiéndome por la gran cantidad de personajes que van apareciendo. A esto se le suma el hecho de que como estos pueden cambiar de cuerpo, o puede ser que no estén físicamente en la historia sino que anden flotando en la red, uno no termina de hacerse una imagen del todo clara o “convencional” de una familia. Si pensáramos en términos actuales, Ramiro sería el más viejo de todos, ya que tiene más de cien años, pero por lo que leemos en la novela su hijo Teo físicamente parecería tener mayor edad que su padre. Esta idea de la familia que se entrecruza y no se termina de definir tan claramente puede relacionarse con el concepto de la red, que tan presente está a lo largo de la novela. La familia puede verse como una red repleta de nodos que van moviéndose, cambiando y transitando caminos mezclados. Si bien la prosa de Castagnet no es difícil ni es de esas narraciones que detallan mucho y a veces innecesariamente, algo en su estilo genera que la historia no pueda leerse tan livianamente; es necesario prestar atención y no perder la concentración para entender todo bien y poder seguir la lectura más fluidamente.
Los cuerpos del verano se destaca dentro del género de ciencia ficción. Su propuesta es sencilla pero a la vez original y, como toda buena obra de este género, plantea una idea (como podría ser la inmortalidad) que deja de ser solamente eso, una idea, para convertirse en una cuestión más general, más inherente al ser humano. Una historia con ritmo, que hay que leer con detenimiento para disfrutar al máximo de todo lo que nos puede ofrecer.

Puntuación final

8/10

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