"El libro de los Baltimore", de Joël Dicker

Ficha técnica
- Título: El libro de los Baltimore
- Autor/a: Joël Dicker
- N° de páginas: 488
- Editorial: Alfaguara
- Año: 2016
En esta oportunidad, Joël Dicker no nos cuenta una novela policial o de investigación como sí sucedía en La verdad sobre el caso Harry Quebert. Este libro, que retoma a Marcus Goldman, personaje en dicha historia, nos cuenta otra parte de la vida de este mismo, ahondando sobre otros aspectos que en la novela "anterior" no se trataron con demasiada profundidad.
No sería del todo correcto llamar a El libro de los Baltimore como una segunda parte de La verdad sobre el caso Harry Quebert. En esta última, el protagonista no era exclusivamente Marcus, sino su amigo Harry y también la joven Nola. El papel de Marcus en esta novela era tratar de desentrañar los misterios del caso de su amigo, actuando él mismo como investigador, llevando todos esos descubrimientos a la novela que estaba pensando en escribir. En cambio, historia de El libro de los Baltimore enfoca en el personaje de Marcus desde otro ángulo. Lo cierto es que en la novela de Harry Quebert no terminamos sabiendo mucho sobre este personaje, a pesar de ser casi un protagonista. Pero tampoco considero que haya sido un error del autor en no desarrollar suficientemente a su personaje, porque el núcleo de la historia estaba más centrado en conocer otras cosas como quién era el asesino de Nola, cómo sucedió, etc..

Por el contrario, El libro de los Baltimore trata pura y exclusivamente de Marcus, y más que nada, su familia; qué pasó para que en 2004 se produjera el Drama. Así lo llama el autor en todo momento. Mientras avanza la lectura, nos topamos muchas veces con esta expresión, de la cual poco sabemos. Sin embargo, a medida que sigamos leyendo se van poniendo en juego más personajes, hechos, historias entrecruzadas que lograrán que, al final, este Drama salga a la luz.
Entonces, hablar sobre Marcus y su familia convierte a esta novela en un drama familiar; en una historia sobre cómo una familia puede parecer una cosa y luego, cuando suceden determinados hechos, otra distinta. Cómo y en qué aspectos los Goldman-de-Baltimore son distintos a los Goldman-de-Montclair, las dos ramas de la familia denominadas así por su lugar de residencia. ¿Qué pasó con Marcus y sus primos, que juntos conformaban la Banda de los Goldman? ¿Qué lugar tiene en la historia el personaje de Alexandra? ¿Qué puede ser lo que cause un Drama tan complejo como el que efectivamente sucedió? ¿Podría haber tenido otro final? ¿Son los Goldman-de-Baltimore la familia perfecta, la de mayor rango? ¿Y los Goldman-de-Montclair, los que siempre están por debajo de ellos? Marcus es un Montclair, pero siempre se ha sentido más a gusto con los Baltimore. Admira sus coches, sus casas lujosas y sus pertenencias; pero lo que más aprecia de sus tíos y sus primos es su generosidad para con él, su hospitalidad con la que lo tratan cuando los visita. Su lugar en el mundo está en las inmensas casas de vacaciones en las que pasa el verano junto con sus primos, a quien ya considera hermanos.
Hay algo en las historias de Joël Dicker muy interesante: que consigue que no podamos soltar la lectura. Me había ocurrido lo mismo con La verdad sobre el caso Harry Quebert pero, si bien pensaba encontrarme con una lectura ágil y adictiva, no creía que El libro de los Baltimore fuera a serlo tanto, principalmente por el hecho de que quizás sería un poco más lento leer un drama familiar más que una investigación policial. Sin embargo, a medida que avanzaba con la lectura se me hacía cada vez más difícil cerrar el libro. Y esto es en gran parte porque el autor tiene una habilidad especial para mantener al lector todo el tiempo al borde, queriendo saber qué va a pasar a toda costa.
Siempre me han llamado la atención los libros que hablan de libros. En este caso, no es estrictamente así, pero de alguna manera, El libro de los Baltimore habla de libros. En gran parte porque el narrador es escritor; Marcus siempre ha tenido una pasión por los libros y la escritura, y ahora es un autor famoso. Como también había sucedido en la novela sobre Harry Quebert, el libro que nosotros leemos es el que escribe Marcus. Este recurso es muy ingenioso, porque permite acercarnos a lo que le sucede a un escritor a la hora de escribir, cómo consigue la inspiración, etc.. Aunque esto lo veíamos más en La verdad sobre el caso Harry Quebert por el hecho de que Marcus encabeza una especie de investigación, en la novela en cuestión también vemos escenas que demuestran cómo es la vida de un escritor y qué conlleva, por otra parte, ser famoso, como lo es el protagonista.
La historia no está contada cronológicamente. Hay en realidad dos épocas centrales. La primera de ellas correspondería a la vida de Marcus con sus primos, toda la historia de sus padres, sus abuelos y sus tíos, hasta desembocar en el Drama final. Luego está la otra época, la actual, en la que Marcus está tratando de escribir una nueva novela (recordemos que él es escritor). Esta última, si no fuera por un hecho importante en particular, podría no haberse incorporado a la novela en su totalidad, pero también sirve para situar al lector en tiempo y espacio. Por otra parte, los saltos temporales que se producen al estar contando una historia en dos tiempo distintos genera en el lector esa sensación de querer seguir leyendo todo el tiempo. Por eso digo que Dicker tiene una facilidad poco habitual para dirigir esto, porque si nos cuenta algo importante que pasa en el pasado, luego el siguiente capítulo habla en el presente, dejándonos con las ganas de saber qué había pasado. Y para esto, entonces, no tenemos otra opción más que seguir con la historia. Esto sucede todo el tiempo, entonces uno ya ha llegado al final casi sin darnos cuenta, avanzando a pasos agigantados. Este recurso de los flashbacks o los cambios en la cronología es muy fructífero si se lo sabe utilizar con inteligencia, y este es el caso de Dicker. Esta forma de estructurar la historia puede ser muy interesante pero si lo único que logra esto es generar confusión en el lector, no sirve de nada; es más, le resta puntos a la historia. Pero como dije anteriormente, el autor tiene una capacidad muy grande para llevar la historia por donde él quiere sin llegar a marear al lector en ningún momento, sin dejar ningún cabo suelto: todo termina estando donde debe estar.

Por la temática de la novela, el lector llega al final del libro sabiendo mucho más de Marcus como personaje, más que nada por cómo lo marcó toda su historia familiar. En ese sentido, los personajes están todos muy bien desarrollados; todos tienen algo distintivo que los diferencia de los demás, y permite que terminemos el libro teniendo una idea clara de qué le ocurrió a la familia de Marcus para que se haya producido el Drama. Pero el hecho de que por ser una novela sobre una familia conozcamos a la perfección sobre sus miembros no es necesariamente algo causa-consecuencia. Si el autor o el narrador no tiene la capacidad para desarrollar a los personajes y permitirle al lector tener una idea clara de quiénes son, entonces el libro sería un gran fracaso; porque en ese caso, si se está contando una historia centrada mayoritariamente en personas, sería un gran problema que estas mismas personas no tuvieran un perfil lo suficientemente logrado. Sería como tener un solo aspecto a desarrollar y no hacerlo, o hacerlo de mala manera. Lo cierto es que, si bien el autor no está explicando continuamente cuáles son las virtudes y los defectos de cada personaje, indirectamente sí lo hace, porque si narra cómo sucede algo en particular, algún hecho clave en la historia, los lectores podemos entender por qué sucede porque ya tenemos un conocimiento amplio de los personajes, cómo son como personas y cómo podrían actuar ante determinadas situaciones. Pero aquí también hay otro aspecto a tener en cuenta de El libro de los Baltimore: la sorpresa. A pesar de conocer a los personajes por todo lo que nos cuenta Marcus/Dicker, la historia no deja en ningún momento de mostrarnos cosas que podríamos no estar esperando. La novela está continuamente atravesada por muchos hechos que nos aumentan la curiosidad. Y esto es, obviamente, un rasgo de la historia que nos alienta a continuar con la lectura para saber, efectivamente, qué va a ocurrir al final. El día del Drama. El día D.
Muchas veces se suele asociar a los libros adictivos como este a autores que tienen una prosa banal o superficial, sin nada especial. Considero que con Dicker, este prejuicio no rige. El autor muestra un estilo simple, fácil de entender, pero que no deja de ser, de alguna manera, estilizado. No tiene una forma de escribir demasiado poética, que algunas veces puede tornarse rebuscada, pero aun así esta novela lo exhibe como un escrito elegante.
El libro de los Baltimore es una novela ingeniosa, con recursos interesantes como lo es el de los saltos temporales y con unos personajes muy bien estructurados y descritos. Tiene, además, una trama más que interesante, llena de historias cruzadas, encuentros y desencuentros. Una historia muy entretenida, que se lee en poco tiempo y se disfruta como pocas.

Puntuación final



8/10

Comentarios