"Pinamar", de Hernán Vanoli

Ficha técnica
- Título: Pinamar
- Autor/a:
Hernán Vanoli
- N° de páginas:
138
- Editorial:
Interzona
- Año:
2010
Pinamar es una novela que se construye a partir de dos voces: la de Lucio, que hace foco principalmente en un verano de vacaciones en Pinamar post crisis del 2001, y la Stany, su hermano, que vuelve de su estadía en México diez años después para investigar la sospechosa desaparición de Lucio.

El mayor logro que alcanza Pinamar, o mejor dicho, su autor, es haber conseguido desarrollar dos voces, dos formas de narrar totalmente distintas, que se sostienen por sí mismas pero que a su vez se relacionan y tienen su “motivación” en el otro. Con esto me refiero a que, por un lado,  la parte escrita por Lucio corresponde a su diario personal, pero cuando uno lee puede apreciar que ese diario no es tan personal, sino que en muchas ocasiones Lucio le habla a su hermano, le dirige a él sus palabras. Por el otro lado, la narración de Stany se apoya principalmente en la figura de su hermano, ya que lo que él cuenta es cómo va analizando los diarios de Lucio para intentar descubrir el misterio de su desaparición. Si bien las dos voces son únicas y particulares, la de Lucio es la que constituye una perspectiva más potente, y puede actuar “sola”; si no fuera dirigida a su hermano, funcionaría igual de bien.
Por lo que escribe, podemos deducir que Lucio ronda los 20 años, aproximadamente. En su diario escribe sin miramientos, sin importar que lo que diga pueda sonar “mal”. Es xenófobo, racista y se define a sí mismo como anarquista. No solo critica a los “provincianos”, “negros” e “inmigrantes”, sino que la clase alta a la cual pertenece no se salva de su juicio. Despotrica también por los burgueses que no soporta, por el país en el que vive, por el peronismo, por el hecho de que Argentina nunca será Europa. En varios pasajes, sin embargo, muestra algunas contradicciones, probablemente también por lo atropellado que es su relato. Lucio escribe, escribe, escribe y no para. De esta forma, el estilo en sus diarios es vertiginoso, casi sin puntos, con muchas comas y varias repeticiones de estructuras de oraciones.

En contraposición, el relato de Stany es visiblemente más medido. Su estilo es más calmado y narra cómo avanza su investigación sobre el paradero desconocido de su hermano diez años después de haber escrito su diario. Habla de su estadía en el país, de cómo se encuentra con los amigos de Lucio intentar sacar alguna pista, etc. En ese sentido, el estilo de la narración de Stany es más “correcto”.
Es interesante ver cómo pueden analizarse las dos perspectivas de esta novela como si fueran dos novelas distintas. En este factor recae el mayor mérito de Vanoli: haber conseguido construir dos relatos que, a pesar de no ser igual de potentes, pueden funcionar muy bien. Un escritor tiene su estilo propio, pero aquí Vanoli pudo dividirlo en “dos” estilos que contrastan, los cuales son los que más valor le dan a la historia. A su vez, estos dos relatos se distancian y se vuelven a juntar: el de Lucio, por un lado, sirve como diario efectivamente, pero por el otro lo utiliza como forma de comunicarse con su hermano. El  de Stany es quizás el menos intenso de los dos, porque poco sabemos de él como personaje, sino que a lo que mayormente se dedica es a relatar cómo avanza en la investigación sobre Lucio. El relato de este último, entonces, es el que alcanza un mayor desarrollo, (es el más largo) ya que a partir de él podemos dilucidar más sobre la personalidad de Lucio, cómo se comporta ante determinados factores y cuáles son sus valores.

Hablando más específicamente de la historia, uno podría pensar que su premisa no es algo muy original. Un relato narra más que nada un verano de un joven junto a sus amigos y el otro encarna una especie de investigación. Sin embargo, y teniendo más en cuenta la narración de Lucio, que es sin lugar a dudas la mejor de las dos, el autor logra que lo que se cuenta cobre un mayor sentido a partir de la gran cantidad de detalles que le imprime, y por la forma que encadena los hechos. Por parte del relato de Lucio, podemos ver cómo piensa, qué principios tiene; es decir, su personalidad está bien explicada, es posible ver un personaje con mucha profundidad. Por el contrario, la voz de Stany queda un poco desdibujada en comparación a la de su hermano. Algo que me llamó la atención al empezar el libro fue que este no presentaba ningún diálogo, y por esto pensé que la narración se me haría densa o pesada. Sin embargo, el autor logra meter al lector en la historia, consigue que uno se involucre y sea testigo de los hechos que se narran. A partir de esto, la historia avanza rápidamente, y la lectura no decae y mantiene el ritmo constantemente.
Pinamar es una novela muy original desde la forma en que está presentada y cómo se va desarrollando a medida que avanzan las páginas. Destaco principalmente el talento de Vanoli para crear dos voces completamente distintas, que sin embargo se complementan bien. Una novela muy interesante, que se va haciendo cada vez más original a partir de la lectura misma y del avance del relato.

Puntuación final

9/10

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