Ficha técnica
- Título: El año del desierto
- Autor/a: Pedro Mairal
- N° de páginas: 316
- Editorial: Emecé
- Año: 2005
La intemperie avanza sobre Buenos Aires y todo lo que se cruce por su
camino. Los edificios, las casas, las calles y toda construcción artificial se
destruye. Cualquier vestigio de civilización queda sepultado bajo los enormes
pastizales que ahora constituyen la región. Dentro de todo este desastre se
encuentra María, la protagonista, cuyo objetivo es, naturalmente, el de la
supervivencia.
- Título: El año del desierto
- Autor/a: Pedro Mairal
- N° de páginas: 316
- Editorial: Emecé
- Año: 2005

Otra novela sobre supervivencia,
podríamos decir. Quizás lo que sorprenda es que fue escrita por un argentino,
país donde la ciencia ficción no tiene una tradición literaria tan fuerte como
sí la tiene en otros géneros. Pero no; en El
año del desierto Mairal logra otra cosa. Esta no es una novela que siga los
estándares clásicos de la historia de supervivencia, sino que se rige por
reglas nuevas que el mismo autor va construyendo.
Uno de los factores que más
impacta de esta novela es la construcción del ambiente y la forma en que el
desastre se va desarrollando. El año del
desierto no parte de un mundo devastado desde el vamos. La novela arranca
con María, secretaria, cuya vida mucha gracia no tiene. Vive con su padre, con
quien tampoco tiene una muy afectuosa relación. Está también Alejandro, su
novio. La ambientación que se plantea en el inicio recuerda a la crisis del
2001, pero no hace pensar en lo que vendrá después. La debacle, el retroceso,
va imponiéndose sobre la marcha, sobre el avance del relato. Este nuevo paisaje
se produce a causa de “la intemperie”; en el libro no se hace mucha referencia
a cómo es que surgió, ni por qué ni qué
es realmente. Lo que sí sabemos es que arrasa con todo lo que toca y destruye
edificios, casas, negocios, vías de tren, calles, lo que sea. Por lo tanto, la
gente va quedando literalmente a la intemperie. Se vive como se puede, hay
descontrol por todos lados, violencia social y estatal, robos, hambre, enfermedades
y todo lo que uno podría llegar a imaginar en una situación. Bajo estas
condiciones, María tendrá que arreglárselas como pueda, buscando trabajo, sobre
todo al inicio, que le permitan mantenerse, y luego, con el correr del relato,
lo que sea que le permita seguir con vida. La novela está contada en primera
persona desde la perspectiva de María; de esta forma, el lector tiene una
visión más concentrada, más exacta, de lo que le está sucediendo. Si Mairal
hubiera elegido una tercera persona más imparcial, quizás la historia no habría
tenido un impacto tan fuerte. Con la voz de la protagonista, el lector se
transporta hacia esa realidad, piensa y siente la misma desolación que los
personajes.
Mairal nos demuestra que no es
necesaria una invasión alien o zombi para que se produzca un desastre de la
magnitud que se presenta en El año del
desierto. En el libro lo que vemos como parte de la debacle ya pasó o, lo
que es peor, pasa. Cortes de luz, de calles, malas condiciones de higiene,
desabastecimiento, violencia social, autoritarismo de los cuerpos policiales,
etc. Podríamos pensar la novela de Mairal como una exageración de la crisis
argentina; lo peor de nuestra sociedad y de lo que nos pasó llevado al extremo.
Lo más ingenioso de El año del desierto
es cómo el autor va jugando con el factor tiempo. A medida que avanza el relato
y la intemperie, la sociedad, el contexto y lo que podríamos llamar
civilización también avanza, pero en sentido inverso, hacia atrás. ¿Qué pasaría
si nuestra sociedad retrocediera hasta el inicio, hasta su fundación? Este es,
si se quiere, el planteo inicial de la novela. Con el correr de las páginas, se
van mostrando situaciones que sucedieron, pero en el pasado. Tal es el caso de
la época de Rosas, por ejemplo, o la conquista del desierto, entre otras. Esa
es la parte más lograda de la novela; cómo los personajes van adaptándose a
estas cuestiones. Ya desde el inicio vemos que la historia tiene sus bases en
una idea muy original, pero luego el autor lo confirma con el correr del relato.
Cuando uno lee El año del desierto, puede
preguntarse si lo que se sucede podría pasar en la realidad, pero no en el
sentido de criticar la forma en que están descriptas las situaciones; es decir,
uno no piensa si lo que sucede tiene sentido o no por un eventual mal
desarrollo por parte del autor. Uno no piensa “No, esto es imposible porque esto no tiene sentido, no tiene lógica”.
Por el contrario, el lector puede analizar esta dualidad, si es posible o no, por
lo bien que están descriptas las situaciones
y el ambiente. Hay momentos en que uno se plantea que, si lo que pasa en
el inicio de la novela efectivamente sucedió, por qué no podría suceder lo
demás. Son cuestiones que van surgiendo con el correr de la novela, y no hay
mejor cosa cuando uno lee que una historia te haga pensar. Eso es gracias a la
gran habilidad que tiene el autor para plantear las bases y las reglas por las
cuales se regirá la historia. En ese sentido, Mairal hace un gran trabajo de desarrollo de
ambientes, personajes y situaciones, por lo que todo parece, escalofriantemente,
natural.
El año del desierto es una
novela muy original desde su premisa inicial. Mediante un estilo muy ameno y
cuidado, Mairal logra construir una historia muy sólida, que nos puede hacer
reflexionar sobre nuestra sociedad y nuestra manera de relacionarnos. Los
personajes y el contexto de El año del
desierto están muy bien planteados y desarrollados. Una novela muy
interesante para seguir apostando por la
literatura nacional.
Puntuación final
8/10
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