Ficha técnica
- Título: Ruda macho
- Autor/a: Enzo Maqueira
- N° de páginas: 158
- Editorial: Ediciones Lea
- Año: 2010
En 1993, en un colegio católico de Buenos Aires, surge la figura del
Virgencito, un estudiante que pareciera tener poderes sobrenaturales; una
especie de mezcla entre brujo, santo y curandero. La novela narra su historia,
y cómo se van forjando determinados vínculos mientras desarrolla su figura
espiritual.
Ruda macho es una novela que atrae ya desde la propuesta inicial. El argumento resulta muy interesante desde el inicio y, afortunadamente, el autor logra mantener la atención del lector a lo largo de todo el relato. Quizás le falte un poco de solidez a una de las voces que estructuran el relato completo, pero aún así constituye una lectura diferente y muy entretenida, con una gran ambientación y un buen desarrollo del personaje principal.
- Título: Ruda macho
- Autor/a: Enzo Maqueira
- N° de páginas: 158
- Editorial: Ediciones Lea
- Año: 2010

La novela me pareció original ya
desde su propuesta inicial. Nunca había tenido la oportunidad de leer sobre
estos temas, y en ese sentido la trama me atrajo. Pensé que sería una lectura
distinta a lo que suelo leer, y desde ese lado encaré la lectura con buenas
expectativas. Tenía intenciones de experimentar con una obra que
plantearan cuestiones o personajes que no suelo encontrar en mis lecturas
habituales, y afortunadamente esta resulta ser una historia que en promedio
profundiza correctamente en los aspectos que busco que estén bien desarrollados
en cualquier novela o relato.
Ruda macho está estructurada con dos tipos de narración: por un lado, la biografía del Virgencito, es decir, el relato de su rutina escolar y de cómo fue aumentando su figura de santo y curandero hasta convertirse en ídolo y lo que luego sucedió, y por otro lado, el Diario de N., un vendedor de libros que lo conoció en una visita a su colegio y se obsesionó con él. En principio y a grandes rasgos, esta característica de la doble narración le quita monotonía a la historia, la hace más completa, con más puntos de vista que enriquezcan el relato. Sin embargo, las dos líneas narrativas no están al mismo nivel. Si la biografía del Virgencito está bien desarrollada y atrapa al lector, el Diario de N. se queda un poco atrás. Personalmente, habría preferido que las dos voces se intercalaran de forma más pareja, porque es posible ver que las páginas de la vida del Virgencito están en mucha mayor medida que las del Diario de N. Un equilibrio entre las dos, sumado a un mejor desarrollo de la voz de N., habría hecho de esta una novela un tanto más sólida, más allá de que si la analizamos en promedio, Ruda macho es una obra bien construida. Igualmente, entiendo que el autor haya querida darle más importancia al relato del Virgencito, al ser este el protagonista excluyente de Ruda macho.
Ruda macho está estructurada con dos tipos de narración: por un lado, la biografía del Virgencito, es decir, el relato de su rutina escolar y de cómo fue aumentando su figura de santo y curandero hasta convertirse en ídolo y lo que luego sucedió, y por otro lado, el Diario de N., un vendedor de libros que lo conoció en una visita a su colegio y se obsesionó con él. En principio y a grandes rasgos, esta característica de la doble narración le quita monotonía a la historia, la hace más completa, con más puntos de vista que enriquezcan el relato. Sin embargo, las dos líneas narrativas no están al mismo nivel. Si la biografía del Virgencito está bien desarrollada y atrapa al lector, el Diario de N. se queda un poco atrás. Personalmente, habría preferido que las dos voces se intercalaran de forma más pareja, porque es posible ver que las páginas de la vida del Virgencito están en mucha mayor medida que las del Diario de N. Un equilibrio entre las dos, sumado a un mejor desarrollo de la voz de N., habría hecho de esta una novela un tanto más sólida, más allá de que si la analizamos en promedio, Ruda macho es una obra bien construida. Igualmente, entiendo que el autor haya querida darle más importancia al relato del Virgencito, al ser este el protagonista excluyente de Ruda macho.
La trama de la novela mantiene el
ritmo a lo largo de sus poco más de cien páginas. En ningún momento se torna
aburrida ni tediosa, y siempre están ocurriendo cosas, sobre todo en el relato
del Virgencito, que son funcionales a la trama y no actúan como relleno. En ese
sentido, el autor logra hilvanar una buena trama, en las que los hechos están
descriptos de manera que la lectura se torne absorbente, permitiendo que el
lector termine la novela en muy poco tiempo. Otro factor a destacar de la
construcción de la trama es la ambientación que logra imponerse a lo largo de
toda la historia. Esto es, sin lugar a dudas, uno de los mayores méritos que
alcanza Ruda macho, y es donde se ve
claramente el trabajo del autor. Maqueira consigue trasladar al lector a un
contexto siniestro y oscuro, que es a la vez atrapante y sorprendente por lo
bien construido que está. Este rasgo de la novela se retroalimenta con el buen
desarrollo que tiene el personaje del Virgencito; a medida que la trama va
avanzando, el lector se da cuenta de que el protagonista se nutre del entorno
que se va gestando, a la vez que el aura presente a lo largo de la novela se
corresponde con el espíritu del Virgencito. Son dos factores que, juntos,
contribuyen a que el libro mantenga esa esencia durante todas las páginas que
lo componen.
Ruda macho es una novela que atrae ya desde la propuesta inicial. El argumento resulta muy interesante desde el inicio y, afortunadamente, el autor logra mantener la atención del lector a lo largo de todo el relato. Quizás le falte un poco de solidez a una de las voces que estructuran el relato completo, pero aún así constituye una lectura diferente y muy entretenida, con una gran ambientación y un buen desarrollo del personaje principal.
Puntuación final
7/10
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