Ficha técnica
José María es albañil en una obra y Rosa empleada doméstica en una
mansión. Ambos se conocen y se enamoran en la fila de un supermercado. Así
comenzará una historia que luego irá por caminos diferentes que los que uno
podría haber imaginado.
- Título: Rabia
- Autor/a: Sergio Bizzio
- N° de páginas: 189
- Editorial: Interzona
- Año: 2004
- Autor/a: Sergio Bizzio
- N° de páginas: 189
- Editorial: Interzona
- Año: 2004

Cuando comencé a leer Rabia no sabía prácticamente nada del
argumento. Lo único que tenía eran buenas referencias de lectores en los que
confío; así, no tenía mucha idea de qué me
iba a encontrar, pero a su vez presentía que esta novela seguramente me iba a
representar un buen momento de lectura. Y, afortunadamente, así fue. Rabia fue un libro que disfruté mucho,
más que nada porque el argumento me fue sorprendiendo a medida que avanzaba. La
historia no fue para nada previsible, y de hecho pienso que ese es uno de los
factores que hizo que esta novela me entretuviera tanto.
El texto tiene una idea inicial
no muy original que digamos. Dos personas se conocen en una situación bastante
fortuita y luego la relación se va volviendo más cercana (aunque cuando estamos
leyéndola también es posible ver una suerte de contradicción en este aspecto, y
más específicamente cuando llegamos al final). La idea, entonces, no fue lo que
más me llamó la atención. Quizás, si hubiera sabido de qué iba la novela antes
de iniciarla, no la habría elegido como próxima lectura. El hecho de no conocer
mucho sobre ella fue una de las cuestiones que me hicieron empezarla (además de
las ya mencionadas recomendaciones), y no tengo dudas de que habiendo sabido
poco comencé la novela con ganas de saber cómo se iba a desarrollar y por qué
tenía (y tiene) tan buenas críticas.
Entrando un poco más en el
argumento, es interesante ver cómo la relación entre Rosa y José María va
cambiando a medida que avanzan las páginas. Al principio es un vìnculo más
pasional, casi exclusivamente sexual, pero luego la misma ira transformándose
con los mismos hechos de la historia. Cuando ocurre el hecho central de la
novela, es decir, cuando José María empieza a vivir dentro de la mansión de los
Blinder sin que nadie lo sepa, el vínculo entre ellos fluctúa en una dicotomía
bastante interesante de analizar. Por un lado, ambos están más cerca que nunca;
de hecho, podríamos decir que conviven. Pero por el otro, el mismo hecho de
estar escondiéndose de Rosa significa también que la relación entre los dos es
cada vez más distante. Es por eso que a su vez es posible observar un buen
desarrollo del personaje de María, ya que su personalidad o, si se quiere, su
forma de encarar la situación que le toca vivir va cambiando en consecuencia de
las cosas que le van ocurriendo.
Una de las características que
más me gustó de Rabia fue la
capacidad de Bizzio para sorprender al lector. No solamente en cuanto al final,
que de ninguna manera me lo veía venir. Vale decir, claro, que este desenlace
cierra de gran manera el libro. Si hasta ese punto la historia me estaba
pareciendo muy buena, muy entretenida y bien llevada, el final la terminó
consagrando como una gran novela. Más allá de eso, en el inicio de la misma
parece que el desarrollo del argumento irá por un camino, pero luego esto
cambia y la trama va avanzando a partir de otras cuestiones diferentes. Es
decir; cuando comencé Rabia no me
imaginaba que gran parte de la novela iba a versar sobre la estadía de María a
escondidas en la mansión. Eso fue, para mí, una sorpresa, y al mismo tiempo,
una de los aspectos del argumento que más interesante me resultó. Este cambio
en las riendas de la historia no es, de ninguna manera, algo forzado: va
avanzando de forma natural, fluida; cada hecho lleva a otro sin que haya nada
en el medio que lo fuerce o, dicho de otra manera, que lo obligue a desencadenar otro.
Si uno piensa más objetivamente,
por así decirlo, cuando Rabia llega
al final, lo cierto es que los hechos que narran no constituyen algo de todos
los días. Es más; sería complejo imaginar que ocurran cosas de esa naturaleza
en la vida cotidiana. Sin embargo, las reglas de este libro están tan bien
descriptas o, en última instancia, tan bien funcionaron con mi lectura
personal, que en ningún momento me resultaban disparatadas o absurdas. Una
historia puede estar destinada a ser de esa manera, pero en el caso de Rabia pienso que ese no es el objetivo.
O, al menos, no deliberadamente. Esa
aparente “fantasía” que demuestra el autor con esta novela no es chocante, no
está fuera de lugar: por el contrario, es completamente coherente con lo que
intenta proponer.
Bizzio tiene una prosa muy
directa, que va a los hechos concretos. No obstante, con el correr de la
historia y con los hechos que la van desarrollando, es posible reconocer un
cambio en lo que efectivamente cuenta su
relato. Al principio, cuando asistimos a los comienzos de la relación entre
José María y Rosa, uno identifica un “tipo” de narración: algo así como un
relato que se centra en contarnos los hechos más centrales que le dan lugar al
vínculo entre los protagonistas. Estos hechos los relata de manera más
distante, para decirlo de alguna forma. Casi de una forma “objetiva”. El cambio
más radical yo lo observé en el momento en que María empieza a vivir en la casa
de los Blinder. Ahí, al no poder relacionarse directamente con Rosa, el vínculo
que se establece entre ellos es casi exclusivamente psicológico. Más que nada, este
tiene que ver con los pensamientos de María sobre Rosa, sobre cómo la extraña,
cómo la desea, cómo no puede acercarse a pesar de que sus impulsos le digan que
lo único que quiere es estar con ella. Así, el relato se vuelve mucho más
intenso, más rabioso en tanto la
relación que se va estableciendo, ahora estando irónicamente más alejados,
entre ambos personajes. Por supuesto que el autor no cambia su forma de narrar,
su estilo, sino que ahora la perspectiva de
la narración es otra.
También es interesante analizar
la cuestión del título. “Rabia” puede, a priori, asociarse con una cosa: la
enfermedad. Pero rápidamente a uno tambié le viene a la mente la rabia en
relación con el enojo. Y de hecho, en la novela las dos posturas pueden
aplicarse a lo que finalmente ocurrirá. Quedarse con el concepto de la rabia
como enfermedad es válido, pero pienso que lo más completo es pensar el título
como la combinación de ambas: por un lado, la parte más explícita de esa idea
de la rabia como enfermedad (que tendrá que ver con un hecho importante del
argumento que no tengo necesidad de revelar), pero por otro lado, también es
interesante tener en cuenta la rabia como la máxima expresión de lo que siente
María. Está rabioso porque no puede ver a Rosa; está rabioso porque la siente
cerca pero al mismo tiempo más alejada que nunca; está rabioso porque sospecha
que ella puede estar teniendo una relación con otro; en fin, está rabioso por
la situación en la que él mismo se
metió.
Rabia es una novela que me
sorprendió mucho, en el buen sentido de la palabra. Es un libro que atrapa
completamente, porque los personajes y la ambientación que crea Bizzio están
muy bien logrados. Además, su prosa es muy fluida y amena, lo cual contribuye a
que la lectura se vuelva un proceso muy disfrutable. Rabia es un libro que no destaca precisamente por la idea inicial,
sino que su mayor logro está, por un lado en el desarrollo de la misma, y por
otro, por el muy buen cierre que Bizzio le logra dar.
Comentarios
Publicar un comentario