Ficha técnica
- Título: Virgen
- Autor/a: Luciano Bellelli
- N° de páginas: 196
- Editorial: Adarve
- Año: 2016

- Título: Virgen
- Autor/a: Luciano Bellelli
- N° de páginas: 196
- Editorial: Adarve
- Año: 2016

Norman es un adolescente que primero conocemos con dieciséis años. A
medida que avanza la historia sabremos más de su personalidad, sus amigos, su
familia y, con mayor énfasis, lo que fue su primer amor.
Virgen es una novela, podríamos decir, sencilla en su planteo. Nos
cuenta la historia de un chico que tiene su primera relación de pareja. No es,
tampoco, una propuesta sumamente original así planteada. Sin embargo, el autor
logra constituir una historia muy amena y con unos personajes bien
estructurados. Leer este libro es realmente entretenido, porque el argumento
atrapa muchísimo y deja al lector inmerso en el mundo que nos está relatando. La
historia se torna adictiva, en especial con el comienzo de la segunda mitad.
Virgen es casi una novela de iniciación avanzada en el tiempo. De
acuerdo con la definición de esta idea, “iniciación” se refiere a la historia
de un personaje desde que es chico, desde su infancia, hasta que crece y se
hace adulto. En el caso de este libro la historia no arranca desde la infancia
del protagonista, sino desde su adolescencia. A eso me refiero cuando hablo de
“novela de iniciación avanzada”. Asimismo, también vamos viendo la evolución
del personaje y cómo va reaccionando ante las situaciones que le plantea su
vida. El texto no es uno de iniciación solo en relación a las edades del
personaje. No es una cuestión puramente generacional o de “tiempos”. Más allá
de esto, Virgen es una historia de
iniciación porque nos cuenta, justamente, el inicio de la vida amorosa, para decirlo de alguna manera,
del protagonista. Eso es a lo que apunta el argumento, a mostrarnos las idas y
venidas de Norman con su primera novia, Leticia.
La primera parte de Virgen se encarga de mostrarnos el
inicio de la relación entre ambos personajes. Si bien se conocen, no pueden
estar juntos por lo llamados “códigos” entre amigos. Adrián, amigo de Norman,
está saliendo con Leticia, lo cual imposibilita que nuestro protagonista esté
con ella. Con el avance de la historia el vínculo entre ellos se va haciendo
cada vez más estrecho. Así, el nudo de la cuestión será ver cómo esa relación
se va transformando, cambiando, convirtiéndose en otra, en otra en la que no
está todo dicho. Esa relación en la que lo explícito, lo superficial, lo que
está puesto sobre la mesa, lo que efectivamente se cuentan ambos personajes no es
todo lo que en definitiva la
estructura. Hay muchas otras cosas que no se dicen en una primera instancia,
por diversos motivos, y será el correr de las páginas lo que finalmente se
encargará de mostrárnoslo todo.
La segunda parte, aunque el libro no lo marque
así, sino que es una interpretación personal, está más destinada a insertarnos
en la situación que le toca vivir a Norman luego de cortar su relación con
Leticia. En ese tramo, el protagonista buscará reconquistarla. En este período
es en donde mejor se ve la caracterización del personaje; hace todo lo posible
para volver a estar con ella, fueran las que fueran las consecuencias de sus
actos. En esta parte, entonces, el autor logra construir a un protagonista que,
más allá de que pueda caer “bien” o no, de que uno pueda o no empatizar con él,
se sostiene en su personalidad. Actúa de acuerdo a ella, por lo que es capaz
ver una cierta lógica, por así
decirlo, en sus acciones. Es interesante ver que en este tramo la historia se
vuelve cada vez más atrapante. Hay determinadas cuestiones que le agregan, si
se quiere, una cuota de misterio o de cosas no resueltas que generan que uno no
pueda parar de leer. El proceso de lectura se vuelve de verdad adictivo; el
lector está cada vez más inmerso en el mundo que nos plantea el autor y,
conforme a esto, quiere continuamente saber qué pasará con Norman y sus
relaciones.
Luciano Bellelli tiene un estilo
bastante sencillo, que no recurre a muchas vueltas innecesarias ni a frases o
párrafos rebuscados. Su prosa es clara, amena y entretenida. A través de la
primera persona, definida por la voz de Norman, uno llega a conocerlo más, a
comprender, si se quiere, sus reacciones ante determinadas situaciones. Por el
hecho de que es el propio protagonista el que nos cuenta la historia es mucho
más fácil insertarse en ella; porque en última instancia, estamos frente a una
trama altamente subjetiva. Con esto
me refiero a que Virgen no relata la
acción desde una posición, podríamos decir, distante; no tiene un narrador que no esté en el centro de la escena. Muy
por el contrario, es el propio protagonista de estas situaciones el que se
encarga de relatarlas. Es por eso que la lectura está completamente impregnada
de sus pensamientos, sus formas de ver su vida y, también, su manera de verse a
sí mismo. Así, uno consigue relacionarse con el personaje, sin importar si cae
bien o mal. Es como si, con estar constantemente siguiéndole los pasos, y no
solo eso, sino también sus formas de pensar y de encarar las distintas
situaciones que se le presentan hiciera que uno se apropie, de alguna manera, de este protagonista.
Virgen es una novela de
iniciación en muchos sentidos. A través de un estilo muy cuidado y directo,
Luciano Bellelli construye una historia que por momentos divierte, por momentos
enternece y, sin lugar a dudas, da como resultado haber leído una linda
historia, que deja un momento de lectura muy disfrutable.
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