Ficha técnica
- Título: Basada en hechos reales
- Autor/a: Delphine De Vigan
- N° de páginas: 344
- Editorial: Anagrama
- Año: 2015
- Título: Basada en hechos reales
- Autor/a: Delphine De Vigan
- N° de páginas: 344
- Editorial: Anagrama
- Año: 2015

La novela de De Vigan se llama Basada en hechos reales. En un
principio, uno podría pensar que lo que ha leído fue efectivamente real, algo
que le pasó a la autora. Porque no es solo que uno se lo imagina por el título,
sino también por cómo se va estructurando el relato. Es el estilo de la
narración lo que nos hace pensar que estamos leyendo algo que ha pasado. Pero
al mismo tiempo, mientras la novela avanza, también nos preguntamos lo
contrario: ¿Es realmente posible que esto haya sucedido en la realidad?
Pero también, ¿por qué no?
Eso es, quizás, lo que caracteriza el tono de Basada en hechos reales:
esa tensión constante entre ficción y realidad. Seguramente sea esto lo que la
autora buscó cuando la escribió: que el lector, en definitiva, no sepa a
ciencia cierta qué ha ocurrido y qué no. Por supuesto que nunca tendremos la
certeza (a menos que se lo preguntemos a ella), pero sí hay elementos en la
historia que pueden darnos indicios de que pasan cosas que pudieron haber
pasado Sin embargo, también surge otra pregunta: ¿es realmente necesario
saberlo? ¿Tendrá el relato más valor, como en una ocasión dice L. si lo que se
cuenta es el reflejo de la realidad?
Más allá de esta cuestión que enfrenta verdad con mentira, realidad con
ficción, la novela cuenta con muchas otras características que la convierten en
una lectura sumamente entretenida. Basada en hechos reales es una
historia que se lee con muchísima facilidad e interés por cómo esta se va
desarrollando. El lector quiere seguir leyendo todo el tiempo, porque la novela
está estructurada, podríamos decir, en formato thriller.
Este aspecto del thriller tiene que ver más que nada con la
aparición del personaje de L., quien irrumpe en la cotidianeidad de Delphine
tan repentinamente que a ella misma le cuesta recordar cómo fue que L. entró en
su vida. Tiene los recuerdos un poco borrosos, pero sí tiene bien presente la
forma en que L. fue, paulatinamente, haciéndose dueña de su propia vida, lo
cual llevó a cambiarla tanto a ella como persona como a la forma en que se
relaciona con los demás. La aparición de este personaje es lo que define, en
última instancia, cómo la novela se va a desarrollar. En todo lo que cuenta la
autora L. está presente, porque es ella la que establece cómo Delphine vive,
además de que poco a poco va manipulándola hasta tenerla a su merced. Es
entonces que el lector ve, por un lado cómo se va definiendo el vínculo entre
las dos, pero también cómo empieza a deteriorarse cada vez más.
Así como la narradora y protagonista en un principio no llega a notarlo,
tampoco lo hacen los lectores. A decir verdad, cuando la novela empieza sabe
que algo va a pasar, sensación que se mantiene durante todo el relato, pero no
sabe exactamente qué. En Basada en hechos reales está siempre un
aura misteriosa, inquietante, un tanto perturbadora, que no solamente tiene que
ver con lo que le ocurre a los personajes, sino que también se transmite a los
lectores. No hay hechos concretos, por así decirlo, que nos llamen la
atención o nos hagan repensar lo que acabamos de leer. Es, en cambio, la novela
en su conjunto la que termina generando esa atmósfera que se mantiene
enigmática y en tensión. En realidad, uno va adentrándose en ese mundo, y
empieza a pensar que lo que va pasando es normal y está dentro de “reglas” que
dirigen las vidas de los personajes. Sin embargo, cuando llega al final la
sensación es que uno leyó cosas que seguro no eran las más normales o de las
que empieza a dudar, a pensar si podrían haber sido posibles o no. En ese
sentido vuelve a hacerse presente esta constante tensión entre realidad y
ficción: pero al mismo tiempo, ¿es importante? ¿Es importante saber si pasó o
no? Es algo que a uno se le ocurre porque es inevitablemente intrigante pero,
quizás, no tenga mucha trascendencia para que el relato esté bien estructurado,
los personajes se construyan bien o la novela siga una cierta lógica. Es decir:
no es necesario (aunque el libro esté jugando con ello todo el tiempo) que lo
que se narra sea totalmente verídico para que el libro cumpla, para que
funcione bien, a pesar de que en cierto sentido esa parezca ser una de sus
pretensiones (o no).
Delphine De Vigan tiene un estilo muy ameno, muy ágil, que consigue que
el lector se meta de lleno en ese mundo que crea y le resulte complejo soltar
el libro. Las páginas transcurren a una velocidad increíble, no solo por este
aspecto de la narrativa de la autora, sino también porque es evidente que la
trama genera interés en el lector. Uno quiere saber constantemente qué es lo
que va a ocurrir o, como mínimo, acercarse un poco a la verdad de la relación
entre Delphine y L. Este último es, sin lugar a dudas, un personaje muy
especial. Entre las dos comienza a establecerse un vínculo bastante particular,
y L. se va adentrando cada vez más en la vida de Delphine hasta dominarla casi
por completo. La manipula psicológicamente y lo que quiere, en realidad, es
adueñarse de su vida y del éxito que ha conseguido a partir de su novela
publicada antes del bloqueo. La prosa de la autora logra que todas esas
emociones que viven los personajes se transmitan al lector, y eso hace que la
lectura se vuelva aún más entretenida. La tensión y la atmósfera inquietante se
mantienen hasta el final, y uno todo el tiempo percibe algo latente, algo que
está por pasar, aunque no sea recién en el desenlace en que esas cosas de las que
uno sospechaba empiecen a pasar.
Basada en hechos reales es una novela muy amena, de fácil lectura y que engancha al lector desde un primer momento. Delphine De Vigan logra mantener la atención del lector de principio a fin, lo que hace de esta una historia para leer en poco tiempo y disfrutar mucho. Basada en hechos reales es un libro original, ágil y que plantea temas interesantes que se relacionan con el hecho de escribir: el bloqueo, las influencias, la realidad y la ficción, entre otros.
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