Ficha técnica
- Título: Punto ciego
- Autor/a: Kike Ferrari y Juan Mattio
- N° de páginas: 203
- Editorial: Vestales
- Año: 2015
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Punto ciego es una novela policial, que también puede encasillarse dentro de lo que se conoce como novela negra. En la década del 90, Darío, periodista, sigue las pistas de un caso que inició un amigo suyo que luego aparece misteriosamente muerto. Un caso en el que la corrupción, el negocio del juego, redes de trata, prostitución y demás cuestiones turbias están en el escenario principal. El trabajo de Darío será, entonces, desentrañar un caso que lo toca personalmente pero que, al mismo tiempo, es lo que habitualmente ocurría en esa época y que se convierte en su propia cotidianeidad.
La novela empezó bien, con un contexto interesante y misterioso, del que se sabe mucho pero al mismo tiempo muy poco. Gran parte de la sociedad conoce negocios (porque, lamentablemente, son actividades que mueven mucho dinero y poder) como las redes de trata o cosas por estilo, pero solo unos pocos tienen la real conciencia de qué son, cómo funcionan o por qué dan tanto dinero.
Sin embargo, con el correr de la lectura empecé a tener algún que otro problema. Principalmente, por el hecho de que todos los nombres, personajes y las cosas que pasaban se me mezclaban todo el tiempo y no me permitían seguir el hilo de la historia correctamente. Había momentos en los que no sabía quién era quién, o por qué sucedía tal o cual cosa. Y eso, en una novela que se enfoca en una investigación es un verdadero problema. Es como tratar de desenredar un nudo que lleva estrujándose y enmarañándose desde hace mucho tiempo y ya es imposible. Una metáfora quizás un tanto exagerada pero que grafica lo que me pasó con Punto ciego.
Si hay algo que me molesta no de la lectura propiamente dicha sino de lo que a veces la acompaña es no entender el final de una novela. Sinceramente siento que haber leído todo lo anterior no significó nada, porque llega el final y sigo sin entender un montón de cosas. Porque sí, fueron muchos cabos sueltos que no se resolvieron o que yo no interpreté.
Con respecto al desarrollo de la novela en sí, considero que hubo demasiados personajes que, o no fueron descriptos de la mejor manera o, también, que no fueron tan importantes en la historia. Había algunos de ellos que, llegados a un punto determinado, no sabía quiénes eran o si estaban del bando del protagonista o no. Para lo que realmente entendí de la historia, solo son importantes unos pocos, y la novela plantea a todos los demás como si tuvieran la misma preponderancia; o yo no entendí a qué apuntaban los dos autores con ese recurso o fue un problema de ellos. Si tengo en cuenta otras experiencias, me inclino por la primera opción.
También me parece que se podría haber ahondado mucho más en la historia del protagonista. Darío tiene muchos elementos que hubiera estado bueno explotar: pasado en la cárcel, separado y con una hija que no ve hace dos meses, su madre en el psiquiátrico, y problemas con las drogas. Pero no, Ferrari y Mattio dedicaron poco tiempo a esto; apenas unas carillas. Cuando empecé Punto ciego pensé que, con esas primeras páginas en las que se detallaba su relación y la enfermedad de su madre, esta sería una novela que profundizaría bastante sobre la psicología de Darío, pero, si bien en algunos momentos lo hace, me hubiera gustado conocer más sobre ella. Un recurso
muy interesante que no se tuvo en cuenta como quizás hubiera esperado.
En conclusión, Punto ciego es una novela entretenida, que se lee rápido. Podría decirse que dentro de todo me gustó, pero que al mismo tiempo, me significó un problema a la hora de seguir su hilo narrativo. Menos personajes pero más desarrollados y un protagonista más completo y con otro trasfondo hubieran sido la combinación perfecta para que la novela me gustara más de lo que efectivamente me gustó.
- Título: Punto ciego
- Autor/a: Kike Ferrari y Juan Mattio
- N° de páginas: 203
- Editorial: Vestales
- Año: 2015
Punto ciego es una novela policial, que también puede encasillarse dentro de lo que se conoce como novela negra. En la década del 90, Darío, periodista, sigue las pistas de un caso que inició un amigo suyo que luego aparece misteriosamente muerto. Un caso en el que la corrupción, el negocio del juego, redes de trata, prostitución y demás cuestiones turbias están en el escenario principal. El trabajo de Darío será, entonces, desentrañar un caso que lo toca personalmente pero que, al mismo tiempo, es lo que habitualmente ocurría en esa época y que se convierte en su propia cotidianeidad. La novela empezó bien, con un contexto interesante y misterioso, del que se sabe mucho pero al mismo tiempo muy poco. Gran parte de la sociedad conoce negocios (porque, lamentablemente, son actividades que mueven mucho dinero y poder) como las redes de trata o cosas por estilo, pero solo unos pocos tienen la real conciencia de qué son, cómo funcionan o por qué dan tanto dinero.
Sin embargo, con el correr de la lectura empecé a tener algún que otro problema. Principalmente, por el hecho de que todos los nombres, personajes y las cosas que pasaban se me mezclaban todo el tiempo y no me permitían seguir el hilo de la historia correctamente. Había momentos en los que no sabía quién era quién, o por qué sucedía tal o cual cosa. Y eso, en una novela que se enfoca en una investigación es un verdadero problema. Es como tratar de desenredar un nudo que lleva estrujándose y enmarañándose desde hace mucho tiempo y ya es imposible. Una metáfora quizás un tanto exagerada pero que grafica lo que me pasó con Punto ciego.
Si hay algo que me molesta no de la lectura propiamente dicha sino de lo que a veces la acompaña es no entender el final de una novela. Sinceramente siento que haber leído todo lo anterior no significó nada, porque llega el final y sigo sin entender un montón de cosas. Porque sí, fueron muchos cabos sueltos que no se resolvieron o que yo no interpreté.
Con respecto al desarrollo de la novela en sí, considero que hubo demasiados personajes que, o no fueron descriptos de la mejor manera o, también, que no fueron tan importantes en la historia. Había algunos de ellos que, llegados a un punto determinado, no sabía quiénes eran o si estaban del bando del protagonista o no. Para lo que realmente entendí de la historia, solo son importantes unos pocos, y la novela plantea a todos los demás como si tuvieran la misma preponderancia; o yo no entendí a qué apuntaban los dos autores con ese recurso o fue un problema de ellos. Si tengo en cuenta otras experiencias, me inclino por la primera opción.
También me parece que se podría haber ahondado mucho más en la historia del protagonista. Darío tiene muchos elementos que hubiera estado bueno explotar: pasado en la cárcel, separado y con una hija que no ve hace dos meses, su madre en el psiquiátrico, y problemas con las drogas. Pero no, Ferrari y Mattio dedicaron poco tiempo a esto; apenas unas carillas. Cuando empecé Punto ciego pensé que, con esas primeras páginas en las que se detallaba su relación y la enfermedad de su madre, esta sería una novela que profundizaría bastante sobre la psicología de Darío, pero, si bien en algunos momentos lo hace, me hubiera gustado conocer más sobre ella. Un recurso
muy interesante que no se tuvo en cuenta como quizás hubiera esperado.
En conclusión, Punto ciego es una novela entretenida, que se lee rápido. Podría decirse que dentro de todo me gustó, pero que al mismo tiempo, me significó un problema a la hora de seguir su hilo narrativo. Menos personajes pero más desarrollados y un protagonista más completo y con otro trasfondo hubieran sido la combinación perfecta para que la novela me gustara más de lo que efectivamente me gustó.
Puntuación final
6/10
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