"Gracias", de Pablo Katchadjian

Ficha técnica
- Título: Gracias
- Autor/a: Pablo Katchadjian
- N° de páginas: 121
- Editorial: Blatt & Ríos
- Año: 2015 (2011)
Gracias es una novela corta que tiene un tema principal, la esclavitud, pero que está atravesada por muchos subtemas igual o de mayor importancia que este mismo: la lucha entre el Bien y el Mal, el poder, las relaciones humanas, la ética y la moral. Son todas cuestiones que van entretejiendo una historia bien desarrollada, con un argumento interesante y un ritmo bastante llevadero.
Básicamente, el libro puede dividirse en dos partes. En la primera, el relato gira en torno a la vida del protagonista como esclavo, qué trabajos tiene que hacer, qué relación tiene con su "jefe" y con los demás esclavos, qué siente con respecto a esto, etc. En la segunda, en cambio, a partir de un hecho en particular, el narrador (y personaje principal) se encarga de contar cómo se lleva con un ascenso en el poder que, tal vez, no esperaba. Cómo es pasar de ser un simple esclavo a convertirse en el rey de una revolución contra la esclavitud.



Durante la mayor parte del tiempo de lectura, la novela genera ganas de seguir leyendo, para saber qué es lo que va a ocurrir a continuación. Gracias está planteado de manera que, si el lector se engancha de lleno con el argumento, se pueda leer de un tirón, casi sin interrupciones. Más allá de que algunas partes sean más interesantes que otras, la novela lleva, en promedio, un ritmo bastante regular, sin grandes baches o momentos aburridos. Personalmente, me pareció mejor la segunda parte, pasando la mitad del libro, porque se tocaban temas más interesantes. Cuestiones como las relaciones de poder y lo que uno hace para que este no te termine cambiando, las drogas y distintos temas que representan una oposición entre lo que está bien y lo que está mal hacen de esta parte de la novela una lectura mucho más atrayente y entretenida que la anterior, con mucho más, en mi opinión, para reflexionar.
Es muy probable que, en un principio, la prosa de Katchadjian confunda un poco. Tiene un estilo bastante particular porque, a pesar de no recurrir a un vocabulario difícil o fuera de lo cotidiano, su narración es cerrada, para decirlo de alguna manera. Es fácil distraerse, y por eso hay que compenetrarse de lleno en ella para no perderse ningún detalle. Cuando esto se logra, se puede disfrutar de un estilo narrativo por un lado sencillo, pero a su vez bastante trabajado y un tanto complejo. Hay otros aspectos de la prosa del autor que tampoco son tan comunes en la literatura que leemos habitualmente, tales como su forma de exponer los diálogos; estos están seguidos como si fuera una oración normal. En lugar de escribir
- Hola, ¿qué tal?
- Muy bien, ¿y usted?,
Katchadjian prefiere que su diálogo sea así: "Hola, ¿qué tal?" "Muy bien. ¿y usted?". Es una manera de narrar distinta, que al principio puede parecer cansina, pero que, hablando desde mi experiencia, con el correr de las páginas uno se va acostumbrando. Por otro lado, en la novela hay ciertas frases que se repiten periódicamente. Lo interesante de esto es que en ningún momento me molestó. Quizás lo normal hubiera sido que no entendiera por qué el narrador repite una oración tantas veces, pero en este caso lo consideré propio del estilo del autor y, de hecho, me pareció interesante que se recurra a esto. Además, se puede establecer una relación entre esto y la forma de vida que lleva el protagonista. Al principio, estas frases se repetían con exactitud, en paralelo con la monotonía habitual del narrador. Sin embargo, cuando la novela avanza y así lo hace la rutina de este personaje, las frases se repiten pero se le agrega algo nuevo, algo que antes no estaba. Desde ese punto de vista, me pareció un recurso totalmente válido y original.
Luego de haber terminado el libro, me di cuenta de que hay cosas, o hechos propiamente dichos de los cuales mucho no sabemos. Es común que en un diálogo, el autor decida terminar lo que dice uno de los personajes con puntos suspensivos, sin terminar de cerrar la idea, como si el otro participante de la conversación no necesitara ningún tipo de confirmación sobre el tema del que hablan. Pero quizás, el lector sí la necesite. Es por eso que el autor deja que nosotros interpretemos, desde nuestro punto de vista, esas ideas que no terminan de ratificarse.
Gracias es una novela bien construida, con temas que se tratan muy interesantes y personajes que se adaptan y responden a las circunstancias de distintas maneras, con opiniones y pensamientos diferentes. Esto representa, para el lector, un momento de reflexión, tratando de analizar las dos partes, además de intentar comprenderlas. O tal vez no, pero sí es atractivo ver cómo se puede diferir en temas que rozan la ética y la moral. En fin, una historia ingeniosamente planteada, con un argumento que atrapa y una prosa que acompaña. Una lectura muy entretenida en la que se plantean cuestiones que pueden parecer lejanas, pero que, por el contrario, están bien presentes en nuestra vida cotidiana.
Puntuación final

8/10

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