"Frío/Subte", de Rafael Pinedo

Ficha técnica
- Título: Frío/Subte
- Autor/a: Rafael Pinedo
- N° de páginas: 209
- Editorial: Interzona
- Año: 2013
Sumadas a Plop, Frío y Subte son las dos nouvelles que completan la trilogía de ciencia ficción escrita por Rafael Pinedo, la cual gira en torno a un tema central: la supervivencia. Además de estas dos historias, este libro también incluye un relato, Laberinto.

Si bien cada una tiene su sello distintivo, las dos pueden leerse seguidas sin que se pierda el hilo del argumento central de esta serie de tres novelas cortas. Si en Plop acompañábamos al protagonista en su ascenso en el poder, en Frío leemos a una ex profesora de Economía Doméstica luchando sola contra una ola polar; por otra parte, en Subte vemos a una mujer que inicialmente escapa de una jauría de lobos corriendo por la infinidad de túneles y vías que constituyen el ambiente en el que vive.

Lo que más destaco de estas dos novelas (y también de Plop) es la capacidad que tiene Pinedo de construir y diseñar, solo con palabras, esos paisajes desolados, crudos, fríos, oscuros. En Frío predominan las bajas temperaturas y el blanco de la nieve. En Subte, en cambio, todo es oscuridad. Habitualmente, las novelas distópicas o de ciencia ficción un tanto apocalípticas con este tipo de atmósferas suelen funcionar porque muestran una sociedad jerárquica con varios personajes, y muchas veces la clave está en ver cómo estos se relacionan. Sin embargo, en las dos novelas de este libro los personajes son uno o dos, como máximo tres. Entonces, lo interesante es ver cómo la soledad los aqueja, cómo los va transformando el ambiente en el que les toca vivir, y, también, cómo se las apaña el autor para elaborar una historia atrapante, que no dé respiro con pocos personajes, poca relación entre ellos.

En la primera de las nouvelle, Frío, la protagonista está absolutamente sola en ese paisaje desolador, helado, inhóspito, prácticamente inhabitable; pero en el que ella decide vivir luego de que todas las demás personas con las que convivía deciden dejarlo por la inexplicable ola de frío. Lo que más me gustó de esta novela fue la relación que le dio el autor a la protagonista con la religión. Ella vivía en un convento, pero ni siquiera el frío polar en el que le toca seguir su rutina ahora le impide continuar con sus prácticas religiosas. A medida que avanza la novela, la protagonista debe empezar a convivir con las criaturas que allí viven (principalmente, ratas) y, con el tiempo, forjarán una relación, siempre desde el punto de vista místico, bastante extraña y muy inquietante.

Si en Frío el argumento de la historia empieza por algo circunstancial, como lo es un problema climático, en Subte el tema central ya está impuesto: en esta nouvelle vemos que la protagonista forma parte de una tribu, similar a lo que pasaba en Plop. Pero de esta comunidad no conocemos demasiado: lo que sí podemos llegar a saber es que es una sociedad en la que las madres, cuando están a punto de parir, habitualmente mueren porque les cortan el vientre para sacarles a sus hijos, siendo esto parte de una ceremonia para que el alma de las progenitoras pase a instalarse en el cuerpo de los hijos. Luego de lograr escapar de los lobos que la acechan en el inicio de la historia, su trabajo será tratar de sobrevivir en un lugar en el que no está acostumbrada a vivir. Allí, cada uno de sus sentidos será lo único que tendrá; aunque esto es también discutible, porque ¿de qué le sirve a uno ver si lo que lo rodea es pura oscuridad? Es excelente cómo Pinedo construye este mundo que básicamente no tiene nada. Solo piedra, algún que otro bicho, un poco de agua contaminada y negrura. Y lo más interesante es cómo logra situar a su protagonista allí, todo lo que hace para sobrevivir, consiguiendo narrar una historia más que atrapante.

El cuento final, Laberinto, no tiene tanto que ver con las historias anteriores, pero aún así el tema de la supervivencia está siempre presente. En este relato, el protagonista parecería vivir en un laberinto que continuamente cambia de forma. Y digo "parecería" porque en este cuento nada está muy claro. El mismo se divide en capítulos muy cortos, de pocas líneas cada uno, en los que vemos cómo es este laberinto, cómo se comporta y lo que hace el protagonista para intentar sobrevivir a él. Es una historia, aunque por momentos confusa, muy ingeniosa, y considero que parte de esa confusión fue buscada por el autor.

En las dos nouvelles se ve un cambio bastante considerable con respecto a la forma en las que están escritas. En Frío el autor hace uso de oraciones más largas, más estructuradas, pero en Subte Pinedo recurre a construcciones mucho más cortas, más vertiginosas y punzantes. Se puede establecer una relación entre la manera en la que Pinedo narra cada una de las dos historias y la vida que llevan los personajes de las mismas: en la primera, la protagonista vive una rutina relativamente planificada, en la que cualquier contratiempo la descoloca y sorprende, y esto se ve de alguna manera acompañado con ese tipo de narración; en cambio, en la segunda, la vida de Proc, la otra protagonista, está todo el tiempo al límite, sin poder saber qué pasará luego, sin poder casi ver: de ahí que la forma de contar la historia sea más rápida, más aguda, todo el tiempo jugando en el límite; tal como la propia adrenalina que siente Proc al caminar, sin saber si dando un paso más caerá al vacío o encontrará el piso como resistencia.

Las dos nouvelles que constituyen este libro, sumadas al relato final, son lecturas interesantísimas, con elementos propios de la ciencia ficción y las distopías, pero con rasgos característicos de la prosa del autor, que le dan a las historias un toque especial que hace que sea imposible dejar de leerlas. Tres lecturas al límite, vertiginosas, a veces inquietantes, que nos mantienen en la cornisa, tal como siempre están los propios protagonistas.

Puntuación final


8/10

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