Durante diciembre tuve la posibilidad de leer un total de nueve libros:
✓ "Señora Planta", de Cecilia Ferreiroa;
✓ "Noxa", de María Inés Krimer;
✓ "Pinamar", de Hernán Vanoli;
✓ "Sueños de trenes", de Denis Johnson;
✓ "Mockba", de Diego Muzzio;
✓ "La máquina de proyectar sueños", de Cecilia Szperling;
✓ "Malicia", de Leandro Ávalos Blacha;
✓ "Hay gente que no sabe lo que hace", de Alejandra Zina;
✓ "El caballo y el gaucho", de Pablo Katchadjian.
Este ha sido un mes de lecturas excelentes. Ahora que veo la lista completa, es posible que haya sido el mes en el que leí más libros de autores locales (nueve de diez), y quizás por eso decidí cambiar un poco y empecé la lectura de Una cuestión personal de Kenzaburo Oé.
Por haber leído tan buenas historias no pude decidirme por un solo libro para recomendar como el mejor del mes. Por lo tanto, decidí hacer una recomendación doble: en primer lugar, Señora Planta es uno de los libros de cuentos que más me han gustado en este último tiempo. Si bien son relatos de la vida cotidiana, tiene ese aura de misterio que los hace absorbentes y enigmáticos. Por otra parte, me gustó mucho la novela de Vanoli, Pinamar, más que nada por la genial construcción de uno de los dos personajes (Lucio); además, me gustó mucho cómo fue desarrollada la historia, a partir de las voces de los dos hermanos. Si bien tomé la decisión de hacer dos recomendaciones, elegí dos libros que pertenecieran a formatos distintos: un libro de cuentos y una novela, para que la elección fuera más variada.
-------------------------------Sinopsis------------------------------
Diez cuentos en los que los personajes siempre esconden algún secreto y se relacionan con el mundo que los rodea de un modo misterioso. A los modos de ese misterio está dedicada la mirada de la autora, a mostrarlos más que a entenderlos, a poner personajes en situaciones cotidianas, levemente extrañadas, y dejar que se muevan y actúen de acuerdo a sus leyes y lógicas propias. Así, un viaje en lancha colectiva por el Tigre o la partida de una amiga íntima pueden ser en la ficción un salto a lo desconocido.
Escrita a través de dos diarios personales que se corresponden y se contestan, Pinamar es una novela hiperrealista que hace foco en la ideología. Entre el humor y el cinismo, y desde los escombros de una novela policial, narra las vacaciones de un grupo de amigos durante el verano inmediatamente posterior a la crisis que culminó con los acontecimientos de 2001. Es, también, la relectura de ese verano, diez años después.«Me sorprendió mucho que el Oso estuviera de parte de las asambleas porque él siempre había dicho que el último gobierno peronista era el mejor gobierno que tuvo este país, el Oso decía eso, defendía las conquistas sociales del último gobierno peronista, defendía el dólar barato y la suba del poder adquisitivo de las clases trabajadoras, defendía la continuidad democrática, defendía la institucionalización que les conviene a los peronistas y ahora pedía anarquía, pedía guerra civil, pedía que todo el poder les fuera concedido a los soviets de clase media infiltrados por los simpatizantes de guerrilleros asesinos y obedientes, una risa.»
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