Datos técnicos
- Título: Room (La habitación)
- Creador/es: Lenny Abrahanson (dirección), Emma Donoghue (guion)
- Año: 2015
- Duración: 117 minutos
- Puntuación IMDb: 8.2
La película, así como la novela, tiene dos partes bien marcadas. Como no podía ser de otra manera, la primera parte se enfoca en la vida de los dos protagonistas en la habitación, mientras que la segunda ahonda más en las consecuencias de dicha experiencia cuando ya están en el exterior. La hora aproximada que dura la primera es la que mayor impacto tiene, más que nada por la crudeza que en esta se muestra. La segunda, por otra parte, sirve para ver cómo se las arreglan los dos para llevar unas vidas normales, por así decirlo, después de experimentar tantos años de cautiverio.
Si la novela ya genera un fuerte impacto en el lector, entonces la película no se queda atrás. Gracias a las geniales actuaciones de los dos protagonistas, la adaptación cinematográfica de La habitación logra transmitir excelentemente todas las sensaciones que habíamos experimentado con la novela. Con un gran sentido crítico de forma amena, consigue hablarnos de temas socialmente indispensables como la maternidad, la violencia, la relación madre-hijo, el machismo, el aborto y la influencia del entorno en la crianza y el crecimiento, entre otros.
Puntuación final
- Título: Room (La habitación)
- Creador/es: Lenny Abrahanson (dirección), Emma Donoghue (guion)
- Año: 2015
- Duración: 117 minutos
- Puntuación IMDb: 8.2
Basada en la novela homónima de la escritora irlandesa Emma Donoghue, Room, estrenada en 2015, muestra la vida
en cautiverio en una habitación de tres metros por tres y medio y el consecuente intento de supervivencia de
una madre y su hijo Jack, de cinco años.
Cuando leí la novela, me impresionó el grandísimo
poder de impacto que tienen las palabras. Narrada por la voz de un chico de
apenas cinco años, el libro publicado en 2010 tiene la capacidad de transmitir
el amor, el compañerismo, la solidaridad, la frustración y también el
sufrimiento de estas dos personas, que solo se tienen la una a la otra para
sobrellevar su desesperante situación. Pero en realidad, es desesperante para
la madre, porque Jack, al no saber la
verdadera naturaleza de su situación, y de cómo en realidad fue a parar a esa
habitación, no concibe su rutina como la tortura por la que pasa su madre.
Así como en la novela en la que
se basa este filme, muchos pasajes de la misma están vistos desde la
perspectiva de Jack. Al ser este uno de los aspectos más representativos del
libro, era indispensable que en la película también se vieran los pensamientos
de Jack y cómo es su visión del reducido mundo que efectivamente conoce.
Probablemente, uno de los
rasgos característicos de una película
es su grandísimo poder de impacto visual. Si uno lee un libro, y los ambientes,
personajes y situaciones están bien descriptas, será más fácil que podamos
hacernos una imagen mental que se corresponda con lo que plantea el autor. Pero
lo que ciertamente causa mayor impacto es el hecho de ver; es decir, el momento en que uno puede dejar de imaginarse las
cosas para pasar a ser testigo visual de ellas, es cuando más impacto genera.
Las imágenes tienen ese poder: generar en nosotros cosas que la narración
escrita a veces no puede alcanzar. El poder de impacto que tienen las palabras
es, aunque igual de meritorio, simplemente otro;
ni mejor, ni peor. Es algo distinto.
Como adaptación, uno de los aspectos que más se tienen en cuenta a la hora de escribir sobre una película es ver qué grado de fidelidad tiene para con el relato en el que se basa. A pesar de todos los impedimentos que pueden surgir a la hora de hacer una adaptación de este estilo, la película de La habitación es muy fiel a la novela. Quizás alentado por el hecho de que Donoghue haya escrito el guión, y eso se nota, porque hay diálogos que son exactamente iguales a los del libro, la cinta logra captar muy bien la esencia del mismo. Por supuesto que no es posible incorporar todo lo que sucede en 380 páginas en dos horas, pero las partes más importantes y que contribuyen al desarrollo de la historia no se saltean y están muy bien presentadas.
Como adaptación, uno de los aspectos que más se tienen en cuenta a la hora de escribir sobre una película es ver qué grado de fidelidad tiene para con el relato en el que se basa. A pesar de todos los impedimentos que pueden surgir a la hora de hacer una adaptación de este estilo, la película de La habitación es muy fiel a la novela. Quizás alentado por el hecho de que Donoghue haya escrito el guión, y eso se nota, porque hay diálogos que son exactamente iguales a los del libro, la cinta logra captar muy bien la esencia del mismo. Por supuesto que no es posible incorporar todo lo que sucede en 380 páginas en dos horas, pero las partes más importantes y que contribuyen al desarrollo de la historia no se saltean y están muy bien presentadas.
Párrafo aparte merecen las actuaciones
de Brie Larson con el papel de la joven madre y la de Jacob Tremblay encarnando
a Jack. No por nada Larson fue galardonada con el Oscar por mejor actriz en
2016. Más allá de lo que logra transmitir la historia, el gran impacto que
tiene la película se debe a los grandes trabajos de estos dos actores, que si
bien son bien acompañados por los secundarios, destacan por sí mismos. Los dos
actores se complementan a la perfección, y no tengo dudas de que la química
entre ellos dos fue la que hizo que la película cumpliera su objetivo.
La película, así como la novela, tiene dos partes bien marcadas. Como no podía ser de otra manera, la primera parte se enfoca en la vida de los dos protagonistas en la habitación, mientras que la segunda ahonda más en las consecuencias de dicha experiencia cuando ya están en el exterior. La hora aproximada que dura la primera es la que mayor impacto tiene, más que nada por la crudeza que en esta se muestra. La segunda, por otra parte, sirve para ver cómo se las arreglan los dos para llevar unas vidas normales, por así decirlo, después de experimentar tantos años de cautiverio.
Si la novela ya genera un fuerte impacto en el lector, entonces la película no se queda atrás. Gracias a las geniales actuaciones de los dos protagonistas, la adaptación cinematográfica de La habitación logra transmitir excelentemente todas las sensaciones que habíamos experimentado con la novela. Con un gran sentido crítico de forma amena, consigue hablarnos de temas socialmente indispensables como la maternidad, la violencia, la relación madre-hijo, el machismo, el aborto y la influencia del entorno en la crianza y el crecimiento, entre otros.
Puntuación final
9/10
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