Ficha técnica
- Título: Pájaros en la boca
- Autor/a: Samanta Schweblin
- N° de páginas: 180
- Editorial: Emecé
- Año: 2009
En este libro Schweblin nuclea quince cuentos en apenas ciento ochenta
páginas. Todos ellos, con algunas inevitables diferencias, tratan sobre lo
mismo, o por lo menos apuntan a generar un determinado estado anímico, si se
quiere, en el lector: una sensación de extrañamiento constante ante las
situaciones que se van narrando.
- Título: Pájaros en la boca
- Autor/a: Samanta Schweblin
- N° de páginas: 180
- Editorial: Emecé
- Año: 2009

Este libro de relatos no se
presenta como una mera recopilación de cuentos. La elección de los mismos no
fue hecha al azar; todos ellos tienen un tema en común, y también son similares
los mecanismos que utiliza la autora para causar en el lector ese sentimiento
de extrañeza que mencionaba en el párrafo anterior. Schweblin presenta personajes
relativamente normales, si puede decirse, y los enfrenta con situaciones
extrañas. Y digo relativamente porque siempre está ahí ese factor de
perturbación, enfermedad o simple desesperación que los caracteriza. En estos
relatos aparece constantemente la idea del límite entre lo real y lo
fantástico. Esa delgada línea que divide lo que pasa de lo que podría pasar.
Sin embargo, no todos los relatos son iguales en ese sentido. Hay algunos que
claramente son más difíciles de asimilar, por las cuestiones que se narran,
mientras que en otros lo que ocurre no es que no creamos lo que sucede, sino que nos parezca nada más y nada
menos que raro. A eso apunta
Schweblin, a causar esa sensación, y desde mi punto de vista lo consigue muy
bien.
Particularmente, me gustaron más
los relatos en los que la extrañeza se muestra de alguna forma implícita. El
cuento que da título al libro, “Pájaros en la boca” es, por así decirlo, el más
explícito de todos. Narra la historia de un padre y una madre cuya hija come
pájaros. En ese sentido, lo raro está, digamos, demasiado visible. Me refiero a
que lo que es extraño o insólito ya está mostrado. Uno podría pensar, no
obstante, en qué es lo que hace que
esa chica coma pájaros. Pero en este relato no hubo, desde mi lectura, un
intercambio muy profundo entre mi posición y el relato en sí.
Ocurre algo similar con “El
hombre sirena”, en el que la protagonista se enamora de un hombre sirena, ni
más ni menos. Lo que intento explicar con este breve análisis es que los
relatos en los que lo fantástico está más presente, más explícito, son los que
menos efecto me causaron. Uno se mete en esos mundos, los entiende y los
acepta. Por supuesto que esto conlleva un grandísimo valor, porque tiene que
ver con lo que puede generar un autor a través de la palabra. Pero sigo
sosteniendo que los mejores relatos son los que presentan un mundo en el que uno
se mete, y cuando sale, le quedan preguntas sin responder. Preguntas que tienen
que ver con el porqué de determinadas
situaciones. Por lo menos para mí, esas preguntas me surgieron en los relatos
en los que lo extraño se mantiene en una posición más distante, y no tan clara.
No digo que los cuentos que mencioné antes no inviten a otras reflexiones,
porque eso tiene que ver con la lectura de cada lector, sino que a mí en lo
personal, esos relatos no me lo permitieron.
Quizás uno podría pensar que
justamente esta naturaleza fantástica es la que caracteriza a los relatos de la
autora. Sin embargo, el hecho de haber
leído Siete casas vacías, otro libro
de cuentos suyo, me da la posibilidad de decir que los relatos en los que la
parte extraña de la historia se mantiene sin explicarse, o de alguna forma
solapada, son los que más logrados están. Son cuentos en los que la clave de la
historia es que lo que ocurra no resulte terminantemente
imposible. Es, justamente, raro, pero lo bueno que tienen es que, de algún
modo, dejan una puerta, aunque pequeña, abierta. Para mí, el máximo exponente
de este tipo de narración se ve en el excelente “La medida de las cosas”. Su
protagonista es un hombre adulto que empieza a trabajar en una juguetería
después de que su madre, con quien vive, lo eche de su casa. En su estadía en
el local empieza a mostrar algunas conductas aniñadas. Lo que más valoré de
este tipo de relatos es que me invitaron a preguntarme sobre las motivaciones que
los personajes tuvieron para actuar de determinada manera.
Otro texto que desde mi
pensamiento funciona de forma similar es “Conservas”, o también “En la estepa”,
el último del libro. Estos dos cuentos me invitaban constantemente a
preguntarme más profundamente sobre lo narrado, cosa que no me sucedió con “El
hombre sirena” y “Pájaros en la boca”. “Conservas” y “En la estepa”, por el
contrario, me alentaban a indagar sobre las situaciones que se contaban,
entender el porqué de las cosas. Podemos decir, entonces, que los relatos de
este libro están llenos de huecos. Pero no de huecos en el sentido de puntos
flojos o cosas mal estructuradas, sino que son situaciones en que las
explicaciones faltan; y faltan porque los relatos están, pienso yo que
intencionadamente, hechos como para que sea tarea del lector dilucidar qué es
lo que no se explica. Por ejemplo, en “En la estepa”, la primera pregunta que a
mí me surgió fue qué era lo que querían encontrar Pol y Ana, cosa que ya habían
encontrado y apropiado Arnol y Nabel, los otros dos personajes. Otro cuento que
también me gustó mucho fue “Cabezas contra el asfalto”. Este quizás es el menos
extraño de todos, en el que menos
factores raros se interponen, pero aun así me pareció que la autora logra desarrollar
muy bien la personalidad del protagonista.
En Pájaros en la boca,
podríamos decir que la regla principal es incorporar situaciones que enrarezcan
la ambientación general de las historias. En este punto la autora hace un muy
buen trabajo. Cada uno de los relatos tiene algo por lo que destacarse, y a
pesar de que algunos me gustaron más que otros, generan mucho impacto, por la
extrañeza de los hechos que se narran. Este es uno de los puntos más difíciles
de conseguir en la literatura: que algo que uno lea te produzca algo. Y
Schweblin lo logra de manera muy interesante.
Puntuación final
8/10
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