Serie de TV: "Broadchurch" - Temporada 3

Datos técnicos
- Título: Broadchurch
- Creador/es:
Chris Chibnall
- Año:
2017
- Temporadas: 3
- Duración:
45 minutos aproximadamente
- Cantidad de episodios p/ temporada:
8
- Puntuación IMDb:
8.4


En la temporada final de Broadchurch, los espectadores nos reencontramos con la pareja de detectives protagonistas que ya habíamos visto en los primeros dieciséis episodios de la serie. Esta vez, Ellie y Hardy deberán enfrentarse a un caso de violación cuya resolución, como es de esperarse, se va complejizando a medida que la investigación avanza.
Las tres temporadas de esta serie policial inglesa se caracterizan por ser muy entretenidas. Haciendo un análisis general, la primera, quizás, fue la que menos me gustó de las tres. Los primeros ocho episodios se enfocan en el asesinato de un chico de nombre Danny Latimer, y cómo este va cambiando radicalmente la vida de Broadchurch, el pequeño pueblo costero en el que se ambienta la serie. La segunda temporada también tiene relación con la primera, porque en encarga de mostrarnos el avance del juicio contra el asesino de Danny. En paralelo, narra el intento de resolución de un caso que tuvo lugar en el pasado de Hardy, y que había quedado inconcluso. En estos últimos ocho episodios la serie da un salto bastante radical, porque el caso principal ya no mantiene un vínculo tan fuerte con las temáticas de las temporadas anteriores. Si bien el caso de Danny sigue teniendo un poco de lugar, no es por el lado policial/judicial, sino por la importancia que lógicamente le da su familia. El eje central de esta temporada se centra en dilucidar quién violó a Trish Winterman.
Haber visto estos capítulos en simultáneo con la transmisión en Inglaterra fue un beneficio. Las temporadas anteriores las vi seguidas, cuando ya hacía bastante que habían salido en su país de origen. En este caso, en cambio, ver un episodio por semana generó que la serie me diera más intriga, y tener que esperar siete días para ver el siguiente hizo que encarara el momento de ver el capítulo con más ansias. Por otra parte, lo que también contribuyó a fortalecer esto, el argumento de esta temporada me parecía más interesante que los anteriores. La ambientación que generaba este caso me resultó mejor lograda que en los primeros dieciséis episodios, y su hilo conductor llega a momentos de mayor tensión que los anteriores. Como ya nos tiene acostumbrados esta serie, y también el género policial en la mayoría de sus exponentes, la trama nos va llevando por muchos caminos que no siempre son los que luego develarán el misterio. Por lo tanto, tendremos que pensar bien de quién sospechamos, porque luego un hecho en particular podrá cambiar lo que teníamos en mente. Por ejemplo, promediando la investigación hay un momento en que la lista de sospechosos por el crimen cometido asciende a cinco personas, sin contar los posibles cómplices o las personas que parecieran estar indirectamente involucradas. En ese sentido, la serie cumple muy bien su cometido de generar el interés en el espectador, y hacer que este quiera seguir mirando los episodios para poder develar la identidad del criminal.
De hecho, no es hasta los últimos quince o veinte minutos que sabemos realmente quién es el culpable. Otro de los logros de esta temporada es la facilidad con la que cambia el rumbo de la investigación del caso, y aún así tiene la virtud de seguir siendo creíble. Quizás falla un poco en una parte de este final, en la que el criminal hace su declaración y revela su culpabilidad. En el intento de mostrarlo como un psicópata, el guion queda un poco corto y su monólogo resulta un tanto inverosímil. Probablemente la elección de las palabras para que este nos demuestre su personalidad no haya sido la correcta y, así, la resolución cae un poco en cuanto a calidad. Sin embargo, en general el desenlace del caso no decepciona y consigue que el factor sorpresa se imponga por sobre otras cuestiones. De esta forma, Broadchurch consigue un buen cierre, después de que sus creadores oficializaran que esta será la temporada final.  
En esta temporada se ve una cuestión que no fue mostrada, o por lo menos no con tanta claridad, en los episodios anteriores. En estos ocho capítulos finales la serie recurre a la exposición de un problema que está afectando gravemente a nuestra sociedad hoy en día. La violación en sí se muestra, quizás, como el problema más visible de una sociedad regida por el machismo. En la serie, en varias ocasiones se recurre a poner en manifiesto muchos pensamientos machistas, que van instalándose en la mentalidad de la sociedad. Por ejemplo, en una escena uno de los personajes dice algo así como que “no puede creer lo que pasó porque Trish no es el tipo de mujer al que violan”, y cuando la detective le pide que le explique cuál es “este tipo de mujer” que pareciera estar más justificado para una eventual violación, dicho personaje no puede dar una respuesta. En ese sentido es interesante la postura que toma la serie, y cómo trata de exponer este tipo de pensamientos que en la actualidad están fuertemente arraigados en la mentalidad de la sociedad. Este recurso se utiliza de forma bastante sutil; es decir, esta intención no se ve como una especie de adoctrinamiento y lejos está de ser una postura “anti-hombre” o algo por el estilo. Por el contrario, este rasgo presente tiene la intención, justamente, de mostrar un determinado pensamiento que se traduce en acciones,  y a la vez tratar de refutarlo o de hacer ver cuán mal está a través del diálogo entre los personajes, por lo que de alguna manera actúa como una forma de denuncia.
Desde mi punto de vista, Broadchurch alcanza un buen cierre con estos ocho episodios finales. Consigue interesar al espectador así como lo había hecho en las primeras temporadas, agregándole a esta una cuota de actualidad y denuncia que quizás no estaba tan presente en los capítulos anteriores. Con sus buenos personajes y actores, y su capacidad para entretener, Broadchurch termina de perfilarse como una serie interesante a tener en cuenta.

Puntuación final
8/10


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