"La casa de papel", de Carlos María Domínguez

Ficha técnica
- Título:
La casa de papel
- Autor/a: Carlos María Domínguez
- N° de páginas: 142
- Editorial: Alfaguara
- Año: 2002


El personaje sobre el que versa La casa de papel es Carlos Brauer, un bibliófilo uruguayo que luego de perder un archivo de su majestuosa biblioteca queda en la ruina y decide irse a vivir a la costa a una casa hecha de libros. Después de la muerte de una colega suya, que tenía relación con Brauer, un profesor argentino que enseña literatura en Cambridge decide embarcarse en su búsqueda.

En La casa de papel la historia se dispara a partir de una muerte. La compañera antes mencionada del narrador muere atropellada mientras leía un poema de Emily Dickinson. Poco tiempo después, este profesor recoge un paquete dirigido a ella, que contiene un ejemplar de La línea de la sombra, de Joseph Conrad. El libro está usado, pero lo más curioso es que presenta restos de lo que parecería ser cemento. A partir de entonces, el narrador buscará desentrañar el misterio, por lo que partirá a Uruguay a visitar conocidos de Brauer para ver cómo esclarecer la situación.

Esta nouvelle tiene todo lo que a un amante de los libros le interesaría. En ese sentido, La casa de papel es una historia original y llena de encanto; un libro que habla sobre libros. Pero no solo eso, sino que también nos habla de cómo éstos se relacionan con nuestras vidas y lo que somos capaces de hacer por ellos. Asimismo, Carlos María Domínguez nos presenta a este misterioso personaje, Carlos Brauer. Me pareció un personaje muy curioso pero a la vez bien trabajado, que tiene la particularidad de nunca entrar en escena. Es decir que todo lo que sabemos de él es por boca de otros. Por historias que conocidos suyos le cuentan al narrador, o también por las propias conclusiones que éste saca luego de escuchar dichos relatos. En ese sentido, Brauer es un personaje del cual poco sabemos, pero sí hay algo que está bien claro: su pasión por lo libros, que en ocasiones roza la locura. El bibliófilo contaba con una biblioteca de unos veinte mil ejemplares, todos correctamente ordenados. Pero el problema surge cuando una noche deja encendida una vela (que utiliza para ambientar el momento de lectura según el libro que esté leyendo) y ésta quema uno de sus archivos. A partir de entonces y arruinado por esa pérdida, decide irse a vivir a la playa a una casa hecha de libros. Los libros, como podemos ver, son efectiva y literalmente, su vida, su casa. Sus únicos compañeros.

Domínguez tiene un estilo sencillo, pero que no es fácil de leer. Si bien no trae demasiadas complicaciones (como sí podría traerlas un estilo rebuscado o poco concreto), el autor tiene una prosa que se caracteriza por constituirse a base de frases llargas, cuyas ideas están separadas más por comas que por puntos. Así, más allá de que comprender lo que nos quiere decir no es una tarea sumamente ardua, sí es necesario estar atentos a la lectura, más que nada para no perdernos de detalles que luego serán importantes para terminar de entender bien la resolución final del relato. En ese sentido, pienso que La casa de papel es uno de esos libros que admiten relectura; no sólo por el hecho de que es tan corto que invita a hacerlo, sino también porque volver a repasar aquellas cosas que ya hemos leído seguramente nos daría una visión más completa de la narración. No por no haber entendido el texto, sino porque además Carlos María Domínguez escribe muy bien, por lo que, con una relectura, también volveríamos a disfrutar de su estilo, de su manera de narrar y encadenar las situaciones que componen la historia. 

Además de La casa de papel, esta edición de Alfaguara cuenta con otros relatos. En ellos, si bien no tratan exclusivamente de la relación de las personas con los libros, también están presentes personajes al límite, que en muchas ocasiones lindan con la locura. Particularmente el cuento que más me gustó fue el último, en donde se explora la relación entre un hombre y otras dos mujeres, de quienes él está seguro que mantienen un vínculo más íntimo del que parece. En estos textos también se busca desarrollar, más que nada, la parte psicológica de los personajes. Si en La casa de papel el autor describe la pasión de Brauer por lo libros, en los otros relatos que completan el libro Domínguez construye personajes igual de complejos, a pesar de que no tengan necesariamente que ver con aquellos libros que el bibliófilo tanto atesoraba. Están tocados de otra manera, diferente pero también comparable.

La casa de papel es una novela corta con mucho encanto, contada de una manera que engancha al lector completamente. Así como el narrador, uno como lector quiere saber cada vez más sobre ese enigmático personaje que es Carlos Brauer. Una historia que habla sobre los libros, sobre nuestra relación con ellos y cómo terminan moldeando nuestra manera de ser, de pensar y de vivir.

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